jueves, 15 de septiembre de 2011

¿Cómo?

LOS RASTROJOS

Los suelos deben estar cubiertos por rastrojos en la siembra, cuando el rastrojo desaparece por descomposición, el suelo queda cubierto por el cultivo.

Los rastrojos sobre el suelo lo protegen del efecto de la lluvias, impiden le erosión, mejoran la infiltración del agua y su retención.
Esta etapa es esencialmente física, es el primer efecto y participa el 100 % del rastrojo, por eso es: muy importante tener una distribución uniforme de la paja y la granza de la cosechadora.
 
De lo anterior se desprende una importante conclusión que puede resumirse diciendo que "No existe mejor manera de distribuir los rastrojos que dejándolos en el lugar que se originan"
 
El rastrojo al humedecerse con la lluvias y por la acción de los agentes vivos del suelo, se descompone, dando lugar a la formación de humus.
Es muy importante mantener los rastrojos desmalezados químicamente, para cuidar la humedad y facilitar su descomposición.
Como resultado de este proceso mejoran muchos factores de fertilidad física y bioquímica del suelo. Cuando concluye la biodegradación de la materia orgánica quedan disponibles un 2% del material original en forma de minerales que actúan como nutrientes para los  cultivos siguientes.
 
Por estas razones debe realizarse un adecuado manejo
de los rastrojos desde la cosecha, hasta la siembra del próximo cultivo.
Cuando se siembra se debe tratar de realizar el menor disturbio posible en la línea de la trabajo para evitar entre otras cosas, la pérdida de humedad en el surco y el encostramiento , en caso de fuertes lluvias antes de la emergencia; etc.
Teniendo en cuenta lo anterior resulta muy importante elegir una buena sembradora, que sea capaz de cortar la paja sin enterrarla y al mismo tiempo regule adecuadamente la profundidad a que coloca la semilla. También se deberá conseguir una distribución uniforme y un buen contacto de la misma con el suelo, para poder conseguir una buena y regular emergencia.
 
No hacer siembra directa sin rastrojo en superficie y/o sin humedad en el suelo.

 

ROTACION DE CULTIVOS

 
Si se siembra siempre el mismo cultivo de invierno o de verano; todos los veranos habrá soja en el lote y/o todos los inviernos  trigo, por ejemplo; las malezas que mejor compiten con el cultivo en cuestión se benefician y se debe aumentar el uso de herbicidas y con esto, los costos; las enfermedades que se mantienen latentes en los rastrojos y en el suelo aumentan, lo mismo ocurre con las plagas y con los nutrientes
 

 DIVERSIFICAR:

 
Diversificar los cultivos es diversificar los herbicidas, al rotarlos se evita multiplicar la maleza resistentes.
Es también diversificar los riesgos climáticos, el mal tiempo para un cultivo puede ser bueno para otro.
Y además diversificar los riesgos empresariales y la eficiencia del trabajo y de la maquinaria, los que se distribuyen mejor en el año. Terminada la cosecha de un cultivo, se procede con la siembra de  otro .
Es conveniente alternar cultivos de gramíneas ( trigo, maíz ) con otros de hoja ancha ( soja y girasol ) siendo la elección de la rotación uno de los temas más delicados a decidir, ya que entre otras cosas hay que tener en cuenta la región, el estado del campo, la calidad de los suelos y la problemática de las malezas, la reserva de humedad, la disponibilidad de nutrientes, etc.

 

RENTABILIDAD Y RIESGOS:

 
Es muy importante tener presente que una adecuada rotación de cultivos, permite en general disminuir los riesgos empresariales pues disminuyen los riesgos climáticos, de mercado, etc. Estas situaciones combinadas con una  acertada estrategia técnico-económica en lo que respecta al tipo y nivel de utilización de los diferentes insumos o factores de la producción,  conducen a una mejora en la productividad y rentabilidad de los campos.

 

 Ganadería y siembra directa

Habitualmente se asocia la siembra a los cultivos agrícolas y la agricultura a la labranza.
En principios muchos campos son considerados como ganaderos, porque no se podían arar o mejor dicho, no se comportaban como aptos para conseguir una rentabilidad aceptable cuando sobre ellos se aplicaba la agricultura convencional. Con este concepto se dividieron los campos en agrícolas y ganaderos.
Nunca se pensó que los campos que “no eran arables ”, podrían ser “sembrables”.
La siembra directa posibilita sembrar campos considerados no arables. Y cuando se dice sembrar, no se plantea como una estrategia complicada, riesgosa y antieconómica, sino como una operación simple que permite mejorar la productividad de los campos: ya sea produciendo mejores pastos para el ganado o realizando cultivos agrícolas en forma sustentable y rentables en campos considerados ganaderos.
Se puede decir que los principios de la siembra directa son generales, tanto para producir cultivos cosechables mecánicamente, de los cuales se llevan los granos y se deja la paja, como para los que son cosechados directamente por el animal o se recoge grano y paja para hacer un  silo.
En cualquier caso se deben adecuar los manejos para responder a sus principios, como dejar rastrojos para cubrir el suelo y alimentar su biología. ¿Cuánto comer y cuanto dejar? ¿Cuales son las mejores rotaciones, para un lugar y una situación dada ? etc.
Responder a todas estas preguntas, requiere participación y capacitación en grupos de intercambio, el asesoramiento que se puede tomar y la experiencia que se debe realizar.

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